Cómo enseñar con base en proyectos y no morir en el intento (Parte 1)

Muchos maestros soñamos con ese proyecto académico perfecto, en donde todos los estudiantes participan y se interesan desde el primer día, donde se siguen los pasos, se cumplen los tiempos y el resultado es exactamente lo que el cliente quería.

Pero sabemos que es casi imposible que un proyecto académico suceda de esa forma: siempre habrá algo que complica la situación, ya sea un cliente difícil, un alcance mal definido, una retroalimentación fuera de tiempo… en fin.

Quizás sea más difícil, pero no podemos negar que el enfoque de aprendizaje basado en proyectos es superior al método tradicional. ¿O a poco te gusta estar hablando frente al salón por cuatro horas (en modo Atelier)? ¿No te quedas afónico? ¿No se te duermen las criaturas?

En este primer artículo de lo que espero que se convierta en una serie, te comparto mis argumentos (justificados) sobre los beneficios del Aprendizaje Basado en Proyectos, los retos que los expertos han identificado (para que veas que no estamos solos), y un chapuzón a una metodología que me encontré y que estoy segura que nos será de mucha ayuda.


Primero lo primero: ¿qué es el Aprendizaje Basado en Proyectos?

Hay quienes argumentan que el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) existe desde la época de Confucio (“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y aprendí”). Otros lo cuentan a partir del “Método del Proyecto” de Kilpatrick en 1918, inspirado en la Escuela de Dewey. (Condliffe, B. et al, 2017)

Independientemente de su génesis, lo interesante es que al parecer los expertos no se han podido poner de acuerdo en una definición exacta del ABP, pero sí han identificado algunas de sus características principales. Por ejemplo, Le, T. T. K. (2018) identifica estas:

  • Aprendizaje activo por parte de los estudiantes

  • Se aplica en problemas del mundo real

  • El docente funge como guía en sitio

  • Es un trabajo interdisciplinario

  • El aprendizaje es cooperativo

  • Se entrega un producto final


Beneficios del Aprendizaje Basado en Proyectos

La misma Le, T. T. K. (2018) destacó cinco beneficios principales del ABP:

  1. Mejor rendimiento académico: en estudios realizados en distintos niveles educativos, los grupos de estudiantes que usaron ABP pasaron de estar muy por debajo del promedio a muy por encima del promedio.

  2. Mejor entendimiento del contenido académico: estudios reportaron mejores resultados en distintas áreas, entre ellas las matemáticas, además de mayor flexibilidad de los estudiantes al aplicar los conocimientos (luego te cuento más sobre la Taxonomía de Bloom y sus aplicaciones en el ABP)

  3. Desarrollo de habilidades del S. XXI: pensamiento crítico, creatividad, colaboración y comunicación (yo agregaría una quinta C de “Curiosidad”, o ganas de aprender)

  4. Actitud positiva hacia el aprendizaje: estudios demostraron mayor índice de asistencia, más participación en clase y máyor disposición para hacer tarea fuera del horario de clase

  5. Cambios en los hábitos de trabajo y otros comportamientos asociados con el ABP: se reporta una mayor autoestima de los estudiantes, así como su capacidad de generar conexiones con otras disciplinas


Si el ABP es tan bueno, ¿por qué no todos lo estamos haciendo?

La respuesta corta es: porque está cañón. Tú lo sabes; yo lo sé. Enseñar teoría dentro del marco de un proyecto complica demasiado la dinámica en el salón. 

Algunos de los retos específicos con los que nos topamos al querer implementar el ABP son:

  • Mayor complejidad para el maestro: muchas veces no tenemos los recursos disponibles o el conocimiento necesario para llevar a cabo proyectos académicos de forma exitosa (y seamos honestos: nos pagan lo mismo si nos la complicamos o no; esto es amor al arte, ¿o no?)

  • Es más difícil evaluar un proyecto, y más si es en equipos, y todavía más si es algo complejo. ¿Califico el entregable o el proceso? ¿Califico individualmente (y regreso al punto anterior) o todos parejos? E independientemente de la calificación, ¿cómo sé si realmente aprendieron lo que tenían que aprender?

  • Los salones no son homogéneos, y menos en nivel profesional: en un mismo grupo podemos tener estudiantes con diferentes capacidades, diferentes estilos de aprendizaje e incluso diferentes niveles académicos.

  • Requiere enseñar mucho más que solo la teoría: los alumnos tienen que saber comunicarse, trabajar en equipo, gestionar su tiempo, dar y recibir retroalimentación, NO PELEARSE… ¿Y a poco creen que lo van a aprender solos? ¡Alguien les tiene que enseñar!


Las Prácticas Nucleares del ABP de Pam Grossman, et al

En su libro Core Practices for Project-Based Learning: A Guide for Teachers and Leaders, Pam Grossman y su equipo identifican cuatro prácticas nucleares que los maestros debemos considerar al aplicar el Aprendizaje Basado en Proyectos:

  • Promover el aprendizaje de contenido disciplinario: esto incluye prácticas como lograr el pensamiento de orden superior de los estudiantes, orientarlos hacia el contenido de la materia e involucrarlos en prácticas propias de la disciplina.

  • Involucrar a los estudiantes en trabajo auténtico: esto se refiere a ayudarlos a hacer conexiones personales con el trabajo, y apoyarlos para que hagan una contribución al mundo real.

  • Promover la colaboración: apoyar a los estudiantes para que tomen sus propias decisiones y que colaboren entre sí.

  • Construir una cultura iterativa: medir el avance de los estudiantes, darles retroalimentación, apoyarlos para que reflexionen constantemente sobre su trabajo, y enseñarles a dar y recibir retroalimentación.


El título “Parte 1” sugiere la existencia de futuras partes

Como yo soy la primera interesada en consumir contenido sobre ABP, mi intención con esta serie es seguir investigando sobre este tema y compartir contigo recursos que puedan servirte a ti (y a mí) en el salón de clases, especialmente si tú, como yo, das clases en universidad, y más si es en un entorno creativo.

Así que cuéntame: ¿sobre qué tema o reto te gustaría que investigue? Déjame un comentario o envíame un mensaje. Todo me llega al inbox de Gmail y procuro contestar rápidamente.


Referencias consultadas:

  • Condliffe, B., Quint, J., Visher, M. G., Bangser, M. R., Drohojowska, S., Saco, L., & Nelson, E. (2017). Project-Based Learning A Literature Review Working Paper. https://www.mdrc.org/sites/default/files/Project-Based_Learning-LitRev_Final.pdf

  • Grossman, P., Lenz, B., Wells, J., & Harvey, B. (2021). Core Practices for Project-Based Learning: A Guide for Teachers and Leaders. Harvard Education Press.

  • Le, T. T. K. (2018, October). Project-based learning in 21st century: A review of dimensions for implementation in university-level teaching and learning. 4th ICEAC International Conference on English Across Cultures, Bali, Indonesia. https://www.researchgate.net/publication/352977987_Project-based_Learning_in_21st_Century_A_Review_of_Dimensions_for_Implementation_in_University-level_Teaching_and_Learning

  • Žerovnik, A., & Nančovska Šerbec, I. (2021). Project-based learning in higher education. In Technology supported active learning (pp. 31-57). Springer. https://www.researchgate.net/publication/353255719_Project-Based_Learning_in_Higher_Education

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